Foto: Bettie Page
Desde siempre, pero en la época de redes sociales es peor, las amantes escandalosas son un problema. El infiel siempre creería que la mejor amante es la que sabe que es la otra y no le molesta. Eso no es del todo correcto, la amante siempre espera ser algo más. Si no lo piensa hoy, mañana de seguro lo creerá. Las mujeres, al revés de los hombres, se enganchan mientras más encuentros positivos tienen con el otro. Los hombres, se aburren o dan por sentado a una amante con el tiempo, ellas no. Puede que empiecen curtiendo, sin compromismo, con la idea de no ser nada, no engancharse. Y con el tiempo, ella se va a ir enganchando. Pocas mujeres son tan desapegadas para no caer en esto. De estas últimas, deberás escapar. Probablemente sean psicopátas y solo te vean como un medio para un fin. En el caso de tener una amante ocasional, eso se vuelve más simple, no hay compromiso de por medio. Mantener una amante ya es harina de otro costal. Como lo dice el concepto, hay que "mantener a la amante", con dinero para que siga siendo tu amante. O mantenerla para que se "mantenga" callada y discreta. Que si grita, lo haga en la cama. Una amante problemática y poco callada es una crónica de una muerte anunciada. Mas temprano que tarde, te va a delatar. Es el clásico ejemplo de la amante contactando a la esposa o novia. Ser bígamo, es ya un tema aparte, que veremos más adelante. Por el momento, lo recomendable es tener una amante que no sepa que lo es, que no te sepa casado o que no le importe. Pero no mantener contacto durante demasiado tiempo, que sean ocasionales. Y en especial, que no sea una sola amante. Tener una oficial, una amante y una tercera más esporádica; puede que sea menos complicado y rinda más frutos. Hoy día, en la sociedad líquida de Bauman, se plantea que las relaciones ya son muy relativas y que hay mucho desapaego. El trillado mensaje de "soltar y dejar ir". Muchas mujeres simplemente no quieren compromiso, por lo que no les importa tanto si sos o no casado. Puede que les guste el poliamor, no quieran más que sexo sin ataduras, que ella también sean tramposas; lo que sea que ellas hagan. Quizás no quieren saberlo, o certificar que son "la otra", pero tampoco indagan demasiado si no te abrís a contar tu vida. Lo más recomendable es no tener una amante "oficial", cambiar cada tantos años, o que sean solo de una vez. La "oficial" es una sola, la novia, la esposa. Las otras son algo para divertirse o por la razón que sea que lo hagas, temas ya tratados en el capítulo anterior. La amante que se cree la oficial, comienza a pedir más, a veces dinero, a veces atención. La que se cree que merece más, quiere dejar de ser la amante y ser la esposa. Eso puede terminar mal y no es una mujer en la que se debe confiar. Su interés siempre es materialista, su amor es siempre una moneda de cambio. Una amante oficial, es un problema a largo plazo, por eso es mejor espaciar los encuentros con ella. El chantaje, la extorsión; están a la vuelta de la esquina. Si es cada tantos meses o algo esporádico, puede que eso dure años. Mientras, tenés otra amante, con la que intercalás encuentros entre esa otra amante y la oficial. Las noches no serán solitarias, pero cuidado, no debes endulzarte con forzar situaciones o encuentros. Eso siempre lleva a que te descubran. Una amante peligrosa es la que tiene un mal caracter, que se enoja con facilidad. Que le gusta contar que hace o dejar de hacer. Que vive publicando su vida en internet, puede publicar una foto que te compromote, y no tiene porque ser explícita. Que sea voluble en sus emociones, hoy está bien y mañana pésimo, hoy te ama y mañana quiere contar lo suyo a todo el mundo. Que use el celular durante el encuentro, puede que te esté filmando, grabando o sacando fotos, solo para juntar pruebas para mostrarle a tu pareja oficial. Lo mejor, es que no sepan la una de la otra. Acostumbrate a no explicar nada de lo que hacés, de ser posible. O lo menos que se pueda. Si no explicás nunca, no tenés porque hacerlo en plena trampa. Explicar demasiado es lo que justamente puede delatarte.
Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...